La isla de los pedales de math rock - Vol. 1



Estamos bastante seguros de que todos los nerds del gear encontraron al menos una cosa positiva sobre tener que quedarse en casa por el covid: ¡tener más tiempo para boludear con sus pedales! Esto nos hizo pensar en qué nos llevaríamos a una isla desierta (guitarra, ampli y fuente cortesía de la casa), y esto es lo que se les ocurrió a algunos de nuestros músicos favoritos cuando les preguntamos... Rompemos nuestra tardición trilingüe para traer una colaboración con Fecking Bahamas (que pueden leer en inglés acá. Ilustración por @blahnkt 

Marcos Mena - standards

Pedal: cualquier afinador

Si sólo pudiera llevar un pedal de guitarra a una isla desierta, probablemente elegiría un afinador. Hay tantas posibilidades con solo una guitarra y un amplificador, sin mencionar todas las posibles afinaciones alternativas en guitarra. Preferiría tener un afinador encima para poder navegar a través de afinaciones alternativas sin mucha dificultad. Llevar algún otro pedal de efecto no me satisfaría. Si tengo algún efecto, voy a querer los otros, así que preferiría simplemente no tener ninguno si solamente pudiera elegir uno. Sin un pedal de efecto, podría trabajar dentro de los límites de un amplificador y una guitarra y darme un empujón creativo a mí mismo para hacer mucha música copada :)


Diego Manatrizio - Hungría/Flaaryr

Pedal: Digitech Jamman Stereo Looper

El pedal que llevaría a una isla desierta sería, sin duda, un looper. Particularmente el DigiTech Jamman Stereo Looper, que es un elemento estructural y fundamental en mi forma de componer y tocar. Es una herramienta que al principio puede resultar frustrante y limitada, pero con la exploración encontré, y todavía sigo encontrándole nuevas posibilidades y formas de usarlo que van mucho más allá de sus funciones obvias. Me gusta trabajar con la idea de que la repetición puede brindar sentido musical a cualquier sonido o ruido, sin importar cuan abstracto e inarmónico sea. También me resulta muy interesante superponer capas en distintos compases y subdivisiones que se desplazan y vuelven a coincidir después de cierta cantidad de repeticiones. Esto me permite crear una especie de entramado rítmico que puede sonar caótico, pero que no deja de ser un ciclo que tiene un principio y fin identificables. Dos ejemplos de mi forma de loopear podrían ser "Algunos animales son tan difíciles de ver que parecen espíritus" de Hungría y "Lo Implacable de los sueños" de mi proyecto solista Flaaryr.

Gabriel Molina - tortuganónima

Pedal: Boss DD6

Estaba pensando en mi Line 6 M9 pero ya que es un multiefecto siento que es como hacer trampa, así que creo que un buen candidato sería el Boss DD6. Me gusta la versatilidad que tiene: por su sonido transparente es usable con cualquier instrumento que le puedas conectar. Incluso trabajando como sonidista de bandas lo he usado desde la consola de mezcla en voces, teclados y percusiones. Y si se trata de estar en una isla desierta, podría matar el tiempo usando el modo Hold por horas, improvisando loops cortos con infinitas capas hasta que todo se convierta en una masa de sonido incoherente. También se lleva puntos por durabilidad ya que a ese pedal le he pegado literalmente patadas tocando en vivo y está como si nada. En esta hipotética isla desierta podría fácilmente usarlo como martillo o arma para sobrevivir y seguiría funcionando.

Felipe León - Montaña

Pedal: Collision Devices Black Hole Symmetry

Desde hace un tiempo para acá he venido trabajando con el Black Hole Symmetry de Collision Devices, y pienso que sin duda sería con ese mismo pedal con el que me iría a una isla en medio de la nada. No es muy complejo en sus funciones: es un fuzz muy robusto en conjunto con una reverb y un delay igualmente firmes. Más allá de lo efectista que pueda o no ser este pedal, siento que me da la posibilidad de tener un sonido muy grande por la potencia de la mezcla del fuzz con la reverb, que produce una sensación de espacialidad inmensa. También puedo imaginar que la música que saldría de la guitarra se podría escuchar hasta la tierra más cercana a la isla.

Agustín García Guerra - Leña

Pedal: Line 6 DL4

Si tuviera que elegir un solo pedal, me llevaría sin dudas el Line 6 DL4. Estando solo, lo único que me podría salvar de enloquecer sería escuchar una pista sobre la que pudiera seguir armonizando en loop, y a la que pudiera agregarle un delay y hasta modulación, o un poco de chorus para suplir la ausencia total de voces humanas. No necesitaría un reverb porque ya la isla desierta me lo daría. Me dedicaría a desconar los parlantes que tuviera grabando loops tanto de mi guitarra como de los sonidos que la naturaleza me ofreciera. En pocas palabras, el DL4 sería como mi Wilson de Náufrago. Sin él, no habríamos compuesto tantísimas canciones de Leña, aunque no usemos el pedal para tocarlas realmente; la posibilidad de grabar líneas melódicas nos abrió varias puertas, y el último disco es un gran reflejo de eso.

Tyler Perkins - Champagne Colored Cars

Pedal: Earthquaker Devices Avalanche Run

Tendría que elegir mi Avalanche Run de EQD. El delay en general es mi efecto favorito, y este pedal tiene tantas posibilidades… Generalmente uso el clásico modo de octava con puntillo, el de reversa, y el de oscilación momentaria en grabaciones y shows. Le suma muchísima atmósfera a una canción, me tomaría años aburrirme de él incluso en una isla desierta.

Tim Jim Smith - Gazelle(s)

Pedal: Boss DD6, Meris Ottobit Jr.

Cuando pienso en un pedal de isla desierta, primero pienso en una fuente de alimentación. Pero voy a asumir que tengo un panel solar enorme que puede alimentar mi Fender Bassman 100. Para mi, el tema son dos cosas: variedad (como para no aburrirme), y necesidad (algo que pueda usar para siempre sin aburrirme jamás). Así que elegí dos pedales. Mátenme.

Por necesidad, me llevaría mi Boss DD6, uno de mis delays favoritos y más confiables. Suelo setearlo en “warp” para ayudarme a crear swells de ruido ambiente y eventualmente me ayudará a calmar la ansiedad después de abrir el coco número 7,436 y fallar por millonésima vez al tratar de arponear un pez ballesta en las aguas bajas. Por variedad,me llevaría mi Meris Ottobit Jr. No te aburrís jamás con este, sobre todo porque nunca vas a aprender cómo usarlo. Es tan espontáneo y emocionante, siempre que lo perilleo así nomás y creo nuevos seteos posta que me regala una posibilidad de uso emocionante. Muy musical, y muy no-musical al mismo tiempo. Me mantendrá ocupado mientras miro las piedras que puse diciendo “TACO TUES” irse con la marea alta.

Nico Mulletgnarly - Sloth & Turtle, Horders

Pedal: Boss PS6

Probablemente sea mi pedal armonizador, el Boss PS6… da muy math rock básico? Al principio pensé que iba a ser un pedal de esos de una sola función; tiene un modo de pitch shifter que tuerce totalmente cualquier nota que estés tocando y la hace sonar toda gorjeante, algo penetrante, y medio como unos tambores de acero demoníacos y agudos (también adecuados para una isla desierta). Sin embargo, después de darle vueltas por un tiempo también fui capaz de incorporar algunas de sus asombrosas funciones de bending en canciones. La función “S-bend” es mi preferida ahora. Si girás la perilla de “shift”, podés mandar cualquier nota que estés tocando a bajos super bajos (haciendo onda un dubstep raro/un efecto de parada de cinta), o llevarla en la dirección opuesta en una serie de octavas más agudas, todo con un sonido torcido y copado que te lleva de agudos a graves o viceversa. Las diversas velocidades del efecto de warp se controlan con las perillas “rise time/fall time”. 

Encuentro que amo usar el pedal al final de un riff y torcer rápidamente los últimos pares de notas hasta llegar a una octava super aguda… condimentalo con un poco de delay y te agrega un tono etéreo que simplemente repite tu riff un poco y después decae en el resto de las capas. También es divertido solamente agregar una octava totalmente torcida de un riff como una capa sobre el original.

Simeon Bartholemew -SEIMS

Pedal: Montreal Assembly CT5, Walrus Audio Jupiter

Mi pregunta respecto a la isla desierta es, ¿dónde es exactamente? Todos asumen que es tropical, pero ¿y si estuviera en la costa de Groenlandia con 40 grados bajo cero? Si estuviéramos en una atípica isla desierta tropical, entonces sería el CT5 de Montreal Assembly. Aporta tanta versatilidad en el bajo (especialmente con un pedal de expresión) que te sentirías constantemente despreocupado con aquel decay salpiqueante e infinito.

Si estamos hablando de una isla desierta y congelada en la tundra, entonces el Jupiter de Walrus Audio, me mantendría caliente con el fuzz más cálido que alguna vez usé, y que sin embargo tiene unos agudos re locos cuando los necesitás. Ha sido una constante en mi board por casi siete años, y no me animaré a separarme de él. Puntos extra por el arte del astronauta muerto en el planeta desierto - se siente bastante adecuado.

Joseph Andreoli- Giraffes? Giraffes!

Pedal: Strymon El Capistan

Esto fue super complicado, pero mi pedal favorito para estar varado en una isla desierta para siempre es… El Capistan de Strymon. ¿Por qué? Yo te explico. Mi sonido de delay favorito a nivel personal se llama “delay de cinta” o “eco de cinta”. Por si no sabés, el delay/eco de cinta apareció en los días de grabación en cinta analógica. Se mandaba la señal original a través de una grabadora de cinta adicional para producir un eco o retrasar el sonido. Había distintos cabezales de playback que podías elegir para distintos patrones de eco/delay. El sonido era cálido y las particularidades de las máquinas (y la fidelidad de la cinta al interior) sumaban al carácter del efecto.

El Capistan es un pedal digital, pero hace un laburo increíble recreando aquellas antiguas unidades de cinta. Tenés patrones de cabezales fijos/múltiples/simples, podés boludear con la edad de la cinta (a más vieja suena más oscura/cálida), ajustar el wow & flutter (modulación/ imperfecciones), agregar ondulaciones en la cinta, ¡e incluso tiene un reverb de resorte ajustable!

“Pero Joe, ¿y el looper?” ¡Ni loco! ¿Te acordás de aquellas viejas máquinas de cinta? Bueno, podés mandar la señal de vuelta entre ellas para continuar repitiendo el sonido. Gente como Robert Fripp, Brian Eno, Steve Reich, Terry Riley (y otros) allanaron el camino de esta técnica a principios de los 70’. El Cap replica eso en su modo sound on sound: tapeás los puntos de empalme para crear un loop de cinta, y podés agregar overdubs adicionales o simplemente tocar sobre el loop sin sumar capas. Encima todavía tenés acceso a los controles, así que podés irte de tema boludeando con la velocidad, el wow & flutter, y el grado de desintegración. Creo que me compré el mío en ¿2013? Lo usé en cada grabación y tour de GIRAFFES? GIRAFFES! desde ese entonces - y  por lo pronto no planeo parar, rescatado de la isla desierta o no ;) hagan ruido y diviértanse - Joe

Bri Childs- Childspeak

Pedal: Digitech Whammy


Siempre, no falla. Un simple tap con el pie, un click, una aceleración, y me encuentro a mí mismo saltando en la parte de atrás de un jetski a una agradable velocidad de 300 mph y cagando arcoiris. Esta gloriosa embarcación que es el Whammy de Digitech me lleva a donde sea que vaya para que me chupe todo un huevo salvo lo que esté haciendo en ese momento exacto en el tiempo. Esta sensación de completa y total concentración es el por qué de que yo y muchos otros amemos tocar música.

Si tocar la guitarra es una taza de café caliente, tocarla con un DIGI WHAM es un shot de espresso hirviente en una taza que desborda. La característica distintiva me calienta el alma, la principal siendo el rango de emociones que podés exprimirle a esta máquina. En cada Whammy habitan ardillas que bailan tango argentino, así como agujeros negros y aquellas criaturas que viven en lo profundo del océano a donde no podemos ir, y todos salen a jugar. Siempre es salvaje, helado, abrasador, y siempre me pone muy, muy contento.

Anabel Gorbatt - Yon

Pedal: Digitech Whammy

Un pedal que sería bastante lindo tener en una isla desierta es el Whammy. En YON uso el Digitech XP-100, un modelo bastante viejo pero mucho más versátil para la experimentación. Lo que más me gusta de este pedal es su capacidad para crear diversos climas sonoros y convertir la guitarra en mucho más que una caja con 6 cuerdas. En canciones como Ciudad de Brujas, Polvo y Paraíso perdido creo que es donde más se puede apreciar la variedad de posibilidades que ofrece. Otra de las oportunidades donde más lo exploté fue en un álbum de grabaciones caseras que saqué en 2010, combinado con un Line 6 DL-4,  un Moogerfooger Ring Modulator, un chorus Danelectro y un E-Bow (https://acanyon.bandcamp.com/album/home-recordings-vol-1).

Comentarios

etc.